Historia de las consolas 2: Atari Pong
En el año 1972 comienza a gestarse la historia de uno de los primeros juegos en ganar la categoría de “clásicos”.
Al Corn programaría el juego más influyente de la época, un arcade, ya que Atari se dedicaba en esa época a las máquinas para salones recreativos.
Dada la popularidad que alcanzó el juego, donde una pelota iba de un lado a otro de la pantalla esperando rebotar en la plataforma que el jugador controlaba, en una especie de “tenis” de mesa.
Tanto éxito derivó en la idea de llevar “Pong” a los hogares. El proyecto, apodado Darlene, estuvo completado para 1974, y en ese momento la competencia con la Magnavox Odyssey se presentaba como todo un reto, dadas las condiciones y títulos que esa primer consola ya ofrecía.
Gracias a la tecnología de la época, Atari pudo crear un videojuego casero mucho más barato y con mejor sonido y resolución, pese a haber comenzado más tarde en la carrera contra la Magnavox.
El fracaso comercial de la Magnavox Odyssey, que como dijimos antes había tenido una muy mala campaña publicitaria, llevo a que los inversores no tuvieran muchas expectativas en la consola de Atari, por lo cuál se las vieron negras para lanzar su producto al mercado.
Aquí entra en escena la cadena Sears, que decide invertir en la Atari Pong, solo si le otorgan los derechos. Y es así como la Atari Pong salio al mercado con el nombre de Sears Tele-Games.
Al año, dado el éxito, Atari pudo sacar su propia versión de Atari Pong y se dio inició, de manera exitosa, a la primera generación de consolas.
Atari no vive solo del Pong, pero sí es la piedra fundamental de la industria, por lo cuál seguiremos hablando de sus logros como empresa en futuras entradas, así como continuaremos por otros derroteros con nuestra historia de las consolas.
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