Persona 3, para PS3, análisis del RPG de Atlus
Siguiendo con el análisis de la popular saga Persona, de Atlus, le toca el turno a la tercera entrega, que vio la luz mediados de 2006 para la consola Play Station 2.
La trama era totalmente nueva, alejándose de los rastros de continuidad entre los anteriores exponentes de la saga, y se situaba en una ciudad japonesa actual, fundada por la mega corporación Kirijo.
Debido a extrañas circunstancias, que se exploran durante la aventura, por las noches sucede la “Hora Oscura” (Dark Hour), un período de tiempo entre la medianoche y la madrugada que solo algunas personas tienen la capacidad de percibir. En ese momento, salvo para aquellos que captan el cambio, la escuela Gekkoukan se transforma en un laberinto llamado Tártaro y poderosos monstruos llamados Sombras atacan a los desprevenidos.
Los personajes principales de Persona 3, que asisten a esta escuela, tienen el poder de percibir el cambio, y forman un escuadrón especial para combatir y aprender más acerca de las sombras, y ahí es donde comienza nuestra aventura RPG.
Lo más innovador de Persona 3 es que tiene varios momentos de “simulación”, similar a los juegos de citas tan populares en Japón. Durante la mañana y la tarde, nuestro personaje asistirá normalmente al colegio y saldrá con sus amigos para ganar diferentes puntos de habilidad, y por las noches viene la parte de exploración y combate del Tártaro.
El sistema de combate sigue los lineamientos tradicionales del RPG por turnos. Controlamos solamente al personaje principal, mientras el resto del equipo puede ser orientado con tácticas, y elegimos entre magias, invocaciones de “Personas” y el uso de objetos y defensa.
La trama, y el interesante acercamiento con variantes sociales de Persona 3, le permitieron un éxito bastante considerable, y al poco tiempo la Play Station 2 volvería a oír hablar del título. Atlus había conseguido atraer, finalmente, al público occidental con la serie Persona.
Vía: Meristation