Análisis Blue Dragon, Xbox 360
Xbox 360 recibe, con Blue Dragon, un RPG de corte japonés diseñado por tres grandes figuras del entorno: Akira Toriyama, el creador de Dragon Ball, que se encargo del diseño de personajes, Nobuo Uematsu, de la saga Final Fantasy, en la banda sonora, e Hironobu Sakaguchi, presidente de la compañía Mist Walker y creador de la mítica saga de rol Final Fantasy.
Con semejantes personalidades en su nacimiento, Blue Dragon no podía pasar desapercibido, y no lo hizo. Con un argumento que va creciendo en emotividad y complejidad a medida que pasan las horas, una jugabilidad que siempre se mantiene dinámica y adictiva, y unas melodías que nos transportan a un mundo fantástico, la aventura rescata las premisas básicas de los RPG por turnos.
Cinco héroes con sus respectivas “sombras”, criaturas mágicas de gran poder, verán sus caminos cruzados en una travesía que los llevará a vengarse del malvado Nene, un poderoso hechicero que domina la sombra de un tiburón gigantesco y planea dominar el mundo.
La personalización de las sombras afectará el modo de combate de nuestro personaje, pudiendo enfocarnos en el ataque físico, la magia negra, la magia curativa o la magia de asistencia, entre otras.
Blue Dragon presenta un apartado gráfico muy acorde a las capacidades de la Xbox 360, y el diseño de personajes tiene la marca de Toriyama en cada rostro, vehículo y sombra, algo que hará las delicias de los fanáticos del animé, o de grandes clásicos del rol como Chrono Trigger.
El combate por turnos, pese a parecer anticuado, es acorde al ritmo del juego, se hace dinámico y las opciones disponibles harán que navegar por los menús no sea tedioso ni imposible. Blue Dragon conjuga las mecánicas clásicas de juegos como Final Fantasy, clara herencia del maestro Sakaguchi, con la espectacularidad gráfica y sonora de la nueva generación.
Vía: Xbox