Análisis: Blue Dragon, Xbox 36. 1ra parte
Hironobu Sakaguchi, creador de la saga de rol Final Fantasy, llega a Xbox 360 con un título desarrollado por su compañía Mistwalker y que cuenta con diseños de un grande del manga japonés, Akira Toriyama (Dragon Ball).
El título del proyecto es Blue Dragon, y su esencia es la de un RPG por turnos tradicional, que aprovecha la capacidad gráfica de la Xbox 360 para crear un universo fantástico, repleto de monstruos y criaturas espectaculares que se dan cita en una aventura sin igual donde la música del maestro Nobuo Uematsu (Final Fantasy) no podía faltar para darle un toque único.
La aventura comienza cuando Shu, Jiro y Kluke deciden evitar el ataque de una criatura metálica y gigantesca con forma de tiburón que regularmente aterroriza a su aldea. Algo sale mal, y los tres amigos terminan en la nave de Nene.
Este último personaje será nuestro enemigo a lo largo del juego, creador de la extraña criatura, su error al no lograr acabar con los tres amigos será su perdición ya que al escapar de la nave los tres amigos encontrarán unas esferas, que les concederán el poder de las “sombras” (monstruos con forma de criaturas mitológicas) y la convicción para enfrentar al malvado Nene.
La trama de Blue Dragon parte de un inicio sencillo, casi un cliché, para luego ir ganando en complejidad y desarrollo. Sin duda, uno de los más logrados apartados de este título de Xbox 360.
Vía: Meristation