Anlálisis de Silent Hill

Silent Hill es el intento de Konami de adentrarse en un género que estaba demostrando, allá por 1999, un gran crecimiento en llegada al público. Nos referimos al género de los Survival Horror cuyo principal exponente en la era de la Play Station era el Resident Evil.

Con la idea de una atmósfera de cine de terror y una historia más orientada hacia los rituales satánicos y los demonios que hacia los zombies alterados genéticamente, Keiichiro Toyama y el Team Silent de Konami se ponen a desarrollar el título que vería la luz en Enero de 1999.

El primer Silent Hill ofrecía varios finales, dependiendo de una serie de acciones que podíamos llevar a cabo al interactuar con algunos de los siniestros y misteriosos personajes que habitaban el pueblo de Silent Hill.

Nuestro personaje es Harry Mason, quién busca a su hija Cheryl mientras atraviesa el pueblo de Silent Hill de punta a punta tratando de descifrar el porqué de esa misteriosa niebla y las criaturas irreales que han atacado la ciudad.

Algunos detalles interesantes que revolucionaban el gameplay era el estado físico de Harry, que al no ser un atleta ni nada parecido a un héroe, resistía muy pocos golpes y se cansaba al estar corriendo mucho tiempo. Por lo cuál guardar ítems de curación, grabar continuamente y aprender a pelear, con un sistema bastante más tosco que los juegos de CAPCOM, se hacía imprescindible.

La historia, macabra y enrevesada, era muy bien llevada mediante actuaciones de voz de gran calidad, videos en CGS de muy buen nivel y un motor gráfico de gran expresividad y dinamismo para esas etapas de la Play Station.

El juego es una aventura de acción en tercera persona, donde exploraremos diferentes puntos del pueblo mientras buscamos a Cheryl y desentrañamos los misterios del pueblo, que a simple vista parece tranquilo y apacible, pero se encuentra invadido por extraños seres monstruosos y aún más complicados puzzles.

Muchas de las criaturas han sido inspiradas en personajes de la literatura, principalmente dos libros de los que uno de los personajes principales, Alessa, era más asidua: El Mundo Perdido y Alicia en el país de las Maravillas.

El éxito de Silent Hill fue tal que se convirtió en un Greatest Hits de Play Station, una buena cantidad de secuelas y una película inspirada en este primer título.

Vía: Silenthillspain

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